Dani Sordo ha tenido que ver hoy cómo sus opciones a hacerse con el triunfo en el Rallye RACC Catalunya-Costa Daurada se iban difuminando poco a poco, a la misma velocidad que desaparecían de los tramos las nubes de polvo levantadas a su paso por los WRC. El piloto de Citroën salía a las especiales de tierra en quinta posición, lo que en principio debía favorecerle al encontrarse la pista más limpia que los rivales que le precedían.
Sin embargo, este pronóstico no se ha cumplido, y nada más empezar el día Dani ha sufrido una hemorragia de segundos que ha ido creciendo conforme se iban sucediendo los tramos. El cántabro no estaba contento con el comportamiento del coche, al que notaba demasiado subvirador, ni con el funcionamiento de las suspensiones. Además, se quejaba de lo que lo que le estaba costando "encontrar las buenas sensaciones con el coche cuando estamos en el asfalto con ruedas de tierra. Las secciones de asfalto estaban muy sucias", decía el español.
De sus cronos parece desprenderse que los tramos mixtos, sobre todo Terra Alta, que incluía cinco cambios de superficie a lo largo de sus treinta y cinco kilómetros, se le han atragantado, y de qué manera, al piloto español, cuyo mejor resultado del día ha sido un segundo mejor crono en la primera pasada por Les Garrigues, la única especial del día que era de tierra en todo su recorrido. Además, Sordo golpeaba una piedra en el primer tramo de la tarde; "creí que había dañado algo. Después de ésto el coche no iba demasiado bien, y es difícil mantener la concentración cuando piensas que algo va mal", explicaba. "Ha sido un día complicado", resume el español.
Después de los seis tramos de hoy, Sordo ocupa la sexta posición a más de cincuenta segundos del liderato. Aunque admite que "tratar de reducir el minuto de diferencia con Loeb es casi imposible", tiene a Hirvonen a sólo doce segundos, así que intentará aprovechar los tramos de asfalto para mejorar su lugar en la general. "Vamos a ver qué puedo hacer mañana”.
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